Ni ficción ni realidad, sino todo lo contrario

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“Basada en hechos reales”, Delphine de Vigan. Anagrama (2016). Traducción: Javier Albiñana. ISBN: 978-84-339-3730-8 (versión digital)

Comenzando por el título, nos ponemos en guardia. ¿Es un relato real o “pura” ficción? Empezamos a leer; página tras página, se tiene la sensación de que hay que desconfiar, de que hay gato encerrado, de que puede ser lo uno o lo otro, o incluso, ninguno de los dos. Quizás lo sabremos al final; o capaz que nunca nos quede claro y a fin de cuentas ¿qué más da? La historia envuelve y fascina, nos deja pensando: los lectores hemos sido felizmente atrapados, dulcemente manipulados, pero no nos importa. Hemos disfrutado de una excelente novela.

“Basada en Hechos Reales” es la octava novela de la escritora francesa Delphine de Vigan, un thriller psicológico que cuenta la historia de una escritora llamada Delphine – igual que la autora- , quien luego de publicar con gran éxito un libro basado en el suicidio de su madre, entra en un periodo de sequía literaria donde no es capaz de escribir ni una palabra más; incluso acercarse al computador o redactar un email le provoca náuseas. En ese estado de abulia y vulnerabilidad conoce a L. -escritora fantasma de biografías de celebridades- y se inicia entre ellas una extraña amistad que va a devenir en una relación altamente tóxica y peligrosa.

La historia está narrada por Delphine, quien con voz serena y pausada va relatando paso a paso cómo L. invadió su vida y su personalidad en un proceso lento pero seguro del cual ella toma conciencia recién a mitad de camino y cuyas motivaciones solo entenderemos al final del libro.

L. aparece a sus ojos como una mujer sofisticada, de ideas tajantes que defiende con pasión y muy segura de sí misma. Justo lo contrario de Delphine quien se siente torpe, tímida, de esas personalidades que no soportan ser el centro de atención, sobre todo frente a la fama que le ha dado el éxito de su novela. La manipulación cae en terreno fértil; L. se perfila como la persona que la entiende mejor que nadie y la única dispuesta a ayudarla en lo que sea en estos, sus peores momentos.

Es un libro que destaca por tener varios niveles de lectura diferentes y donde todos se entrelazan, lo que refleja una estructura cuidadosamente diseñada por la autora hasta el más mínimo detalle. En el primer nivel está el thriller propiamente tal; la trama que atrapa, con un suspenso in crescendo y muy bien articulado, a medida que el control de L. sobre la narradora va ganando terreno y nos mantiene en vilo hasta la última palabra del relato.

Bastaría con esa historia para hacerla una novela de méritos. Sin embargo, esta tiene un trasfondo que la hace más interesante aún y es que nos remite a la eterna cuestión de realidad versus ficción en una obra literaria.

L. por un lado y Delphine, la narradora, por otro, representan dos fuerzas en pugna. La primera declara que la ficción ya no interesa a nadie, que los lectores quieren leer sobre hechos que ocurrieron de verdad y no sobre personajes inventados. Con una vehemencia rabiosa y sospechosa, L. presiona a Delphine hasta el cansancio para que persevere en escribir sobre ella misma como lo hizo con su primer libro. Según ella, los lectores esperan “que vayas más lejos. Quieren lo que está oculto, disimulado. Quieren que acabes diciendo lo que has eludido siempre (…) No se dejan engañar”.

Delphine, en cambio, es de la idea de que la línea entre realidad y ficción es tenue, que, aunque escriba sobre hechos que ocurrieron, hay una intervención de su parte que hace que incluso toda escritura sobre uno mismo sea una novela.

“Mis libros de ficción son tan personales, tan íntimos, como los otros. A veces es necesario disfrazar para explorar el tema. Lo importante es la autenticidad del texto, quiero decir su necesidad, su ausencia de cálculo”, dice la narradora.

Pero L. no ceja, presiona con fuerza, mientras que Deplhine resiste. Asistimos entonces a discusiones fascinantes sobre cuán “pura” puede ser la ficción o cuán “real” es un relato de eventos que ocurrieron de verdad. ¿No es aquel, al fin y al cabo, una diégesis, una intervención o una interpretación del narrador sobre el hecho, que la distingue del hecho en sí? ¿Por qué obsesionarse con los “hechos reales” en lugar de buscar y analizar el tema de fondo que el relato pretende explorar? A fin de cuentas, se plantea tácitamente la crítica a esa tendencia de convertir lo verdadero en un argumento comercial, donde algo vende porque “es verdad”, lo cual se nutre de un cierto voyerismo -o morbo incluso-, que por años vienen explotando productos como los reality shows en la TV, por ejemplo.

Lo curioso es que mientras ambos personajes debaten acaloradamente estos temas, como lectora no pude dejar de preguntarme si la Delphine narradora era la verdadera Delphine de carne y hueso que escribió el libro, ya que sus datos biográficos son casi idénticos, y si todo este drama realmente se había producido o no. Reconozco así que caí fácilmente en el “mise en abyme” o juego de muñecas rusas que tan bien tejido está por la verdadera autora y que constituye uno de los principales atractivos de la novela.

Este es un libro que recomiendo absolutamente: entretenido, intrigante y muy interesante en muchos aspectos. No menos porque explora también el tema del proceso creativo, el bloqueo del escritor y las fuentes de inspiración que lo motivan a comenzar a armar historias. El lector por su parte, recibe indirectamente su cuota de atención a lo largo de la trama: ¿qué espera el lector de una novela? ¿debe el escritor considerar estas expectativas?, son preguntas que flotan en toda la narración. Tampoco se rehúye el aspecto de la autoría, y de quién es dueño de la historia, el que la vive, el que la cuenta; por qué no el que la lee.

Delphine de Vigan (1966) es una premiada escritora francesa con diez novelas a su haber. Acaba de publicar “Les Gratitudes” (2019) y su último libro traducido al español es “Las Lealtades” (2018). Con “Nada se opone a la noche” (2011), donde narra la historia de su madre y su suicidio, se consagró internacionalmente.

6 comentarios sobre “Ni ficción ni realidad, sino todo lo contrario

  1. Muy buena la cita. Necesidad y autenticidad van de la mano en la literatura, un disfraz no cambia lo sustancial. Ray Bradbury decía: «Escribir sobre lo que amas y lo que odias». Un tema fascinante el de este libro, dan ganas de leerlo. Excelente reseña. Saludos 🙂

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  2. Oi Carolina, por algum motivo teus posts não chegam mais para mim em meu leitor e minha caixa de e-mail está um caos – recebo mais de mil por dia dos seguidores do WP – e não consigo vencer respondendo a todos. Sinto falta de te ler, teus posts são magníficos e trazem sempre algo que me incentiva a ler mais. Como este livro. Muitos ainda não chegaram ou talvez nem venham a ser editados aqui no Brasil mas saber deles é maravilhoso. Muito obrigado e aos poucos vou pôr a leitura do El Gusto em dia. Um grande abraço e cuide-se bem, por favor.

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    1. Gracias Fernando por tus palabras tan motivadoras y llenas de amistad. Ojalá puedas encontrar este libro, realmente vale la pena. Espero que estés bien y que toda esta locura de la pandemia no afecte tu tratamiento, sigo de cerca la situación en Brasil y se me aprieta el corazón al ver tanto sufrimiento causado por este virus. Por favor cuídate mucho! Un gran abrazo!

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