Confesiones de un hombre de dos caras

Sympathizer
“The Sympathizer”, Viet Thanh Nguyen. Corsair (2015) ISBN: 978-1-472151-38-4. En español: “El Simpatizante”. Seix Barral (2017). Traducción: Javier Calvo. ISBN: 978-8432232237

Vietnam, abril de 1975, las fuerzas del Viet Cong están a punto de entrar en Saigón, el pánico cunde, la batalla final se acerca: ¿caída o liberación de esta simbólica ciudad? Para el narrador y protagonista de “El simpatizante” (2015), novela de Viet Thanh Nguyen, se trata de ambas cosas a la vez: tanto derrota como victoria. Y ese es precisamente su drama, porque, a diferencia de quienes lo rodean, él puede ver las situaciones desde las dos caras de la moneda. Este narrador sin nombre es un espía, un topo, un comunista infiltrado en el círculo de confianza de un General del Ejército de Vietnam del Sur y sus aliados estadounidenses, que de tanto convivir con unos y otros no puede evitar simpatizar con todos.

Los primeros capítulos de esta novela -premiada con el Pulitzer de Ficción en 2016- describen con precisión hipnótica la dantesca escena de la captura de Saigón que marcó el fin de la guerra de Vietnam. La trama no suelta. La situación del narrador parece imposible: no solo espía a las fuerzas que están siendo derrotadas, sino que junto con ellas, debe esquivar las bombas amigas, luego de haber organizado la evacuación del General del Sur, su familia y una lista que él mismo compuso de “elegidos” que abordarán el último avión estadounidense que despegue de la capital huyendo de las fuerzas comunistas. El, sin embargo, no podrá quedarse a celebrar, ya que sus superiores del Viet Cong le ordenan partir con los refugiados y continuar su labor de espía en el exilio en EE.UU. de modo de advertirles sobre una eventual reorganización de fuerzas.

Narrada en forma de una confesión que solo hasta bien avanzado el relato no sabremos a quién se dirige, la novela juega todo el tiempo con la idea de dualidad, propia del agente encubierto, del “hombre de dos caras” como él mismo se define. Una dualidad potenciada por su calidad de mestizo, hijo ilegítimo (y no reconocido) de un sacerdote francés y una joven de una localidad pobre en el altiplano central de Vietnam. Desde niño ha vivido entre dos mundos, debiendo soportar las burlas de quienes lo tildaban de bastardo y la cruel indiferencia de su padre que no lo llamaba de ninguna manera.

Camaleónico en su resiliencia, el protagonista se mueve cómodamente entre realidades binarias: Norte-Sur, comunistas – capitalistas; EE.UU.-Vietnam; huéspedes-refugiados, que hacen las veces de espejo de la tensión de su propia identidad partida en dos. Lo interesante es que a veces los “bandos” se reorganizan y es así como durante el exilio en EE.UU. que sigue al escape de Saigón, y al pasar las mismas penurias que sus connacionales refugiados, la distinción entre vietnamitas del norte y vietnamitas del sur se va borrando en su mente para dejar paso a la dicotomía entre vietnamitas a secas y aquellos poderes que los han utilizado y luego abandonado.

La historia de este Capitán sin nombre refleja en el fondo el drama de un pueblo y su profundo sentimiento de haber sido traicionado, ya sea por la revolución comunista, ya sea por su aliado capitalista, o por ambos a la vez. En ese sentido, me pareció interesante que los eventos que se suceden a lo largo de la novela van dando una voz creíble a la perspectiva vietnamita -a secas, sin apellidos- generalmente ausente en los recuentos más hollywoodienses del conflicto de Vietnam. En eso creo que radica el mayor mérito de Viet Thanh Nguyen. Continuar leyendo «Confesiones de un hombre de dos caras»